Nuestras Divinidades


En WICCAS devocionamos  a los Antiguos dioses de las culturas que habitaron la Península Ibérica en todo el Periodo Prerromano.

Llamamos a la Gran Dios•a Madre y Fuente de Todo como EL•LA pues integra el Todo, tanto el principio Femenino  como el Masculino.

La Diosa Triple

 Su principio Femenino, la Triple Diosa es la Dama Diamante. Esta palabra representa la unidad de la divinidad que ha su vez contiene múltiples divinidades como las caras de un diamante.  Además contiene el -Dia de la antigua diosa de la Brujería ( Diana, Dana). También el Ama, de la Antigua diosa Madre Ibérica que es Amari/ Amalur, que es nuestra diosa en su aspecto de Madre ( Celeste y Terrena respectivamente).  An, de Dana, la Diosa Madre celta pero también es  el sonido contenido en los nombres de muchas diosas antiguas (Rianhon, Morrigan, Inana, Tanit...) y por supuesto de nuestra Diosa Doncella Brigantia.  Y por último contiene el sufijo -Ante/-Ate, que en las lenguas Antiguas de las culturas Gilánicas de la Diosa significaba Puerta, y que corresponde a Diosas tradicionalmente Brujas/ Oscuras/ Anacianas, como Hékate o nuestra Diosa Anciana Ategina o Ataecina, que guarda las puertas del Otro Mundo.  Así que es un Nombre Sagrado que engloba a nuestras diosas principales y a otras que veneran a título personal distintas personas del grupo.

La Diosa representa todo aquello que subyace eterno en la profundidad de lo creado, y por ello se Regenera, pero nunca muere, pues es el principio y fin de Todo lo que Es. La Representamos con la Luna Triple y la veneramos en la Noche, pues la Luna es la Gran Dama de la Magia y los Profundo.  La veneramos sobretodo en los Akelarres de Luna Llena. 





El Dios 

Llamamos de forma genérica al Dios como Cernunnos. El Dios es el principio Masculino de Todo lo que Es y en su energía representa el ciclo de la Luz y la energía vital de todos los seres individuales que recorren el Ciclo vital de nacimiento-crecimiento-plenitud-decaimiento-muerte-renacimiento. Es la energía de las nuevas cosas que nacen y el fecundador que perpetúa nuevas vidas trayendo lo Eterno al Mundo de la Forma para Aprender (Señor del Año Creciente) y el Maestro de la Iluminación y también Señor que lleva la experiencia a la muerte para que se convierta en conocimiento ( Señor del Año Menguante).

Se representa con los ciclos de la Luz Solar y como un ser medio humano medio animal que sujeta la Serpiente Circular Alada ( El Sugaar Ibérico) que representa ese ciclo Vital Eterno.




La Madre Celeste: Mari

Mari o Amari es la Gran Divinidad Vasco  Ibérica  que representa el Espíritu de Todas las Cosas en la Naturaleza.  Es su Alma Mater y la Vemos como La Gran Paridora, la que teje los devenires en su Gran Rueca Sagrada de las estrellas.  Mari es la Dama de los Cielos Invernales,  donde toda luz surge, y por eso Rige el Aire, pues a través de sus Ventiscas, propicia los cambios y da nueva vida a las cosas. También es la dama de La Justicia Cósmica,  pues le gusta la verdad, el Equilibrio y la Equidad. Es la Madre de la Sabiduría Ancestral y de las Reflexiones que se hacen alrededor del calor del hogar, donde se la veneraba desde antaño. Transmite los Misterios de lo Eterno, pues ella es la Primera de los Antiguos es surgir de la Gran Diosa Diamante.

La celebramos en el Solsticio de Invierno,  cuando pare de nuevo a su hijo Urtzi, que es el Cielo y su Luz. La relacionamos con los Misterios Ocultos de la Luna Nueva, con las estrellas, con el color Plateado de su manto tejido con hilo de plata, con el Elemento Aire, el Invierno, los buitres (aunque todos somos sus criaturas), la oscuridad de las cuevas que son sus canales de Parto, y con la profundidad de la noche estrellada. 



El Niño Esperanza: Urtzi 

Urtzi es el hijo de Mari y el antiguo Dios Vasco Ibérico del Cielo y las Primeras Luces del Alba. Nos trae la esperanza del renacimiento eterno y de la nueva Luz que siempre regresa tras la oscuridad.  Por ello también rige las Nuevas Ideas que surgen tras la reflexión.  El Niño de Luz marca el nacimiento de un nuevo ciclo de aprendizaje y experiencias vitales, pero también destruye el ciclo antiguo con sus luces celestiales que son los rayos de las tormentas.

Lo celebramos en el Solsticio de Invierno cuando el cielo oscuro vuelve a iluminarse con el alba de un nuevo ciclo solar. Rige el Elemento Aire,  la primera vibración de las cosas, los nombres Sagrados, la reflexión,  las nuevas ideas, la esperanza, las aves triunfales como halcones y águilas u otros seres alados como los cuélebres,  que representan la energía vital de los ciclos.  Su color es el dorado del Alba y su dirección el Norte, donde cada estrella brilla con más fuerza ante la negrura de la noche.  Su fase solar es desde la profundidad de la noche hasta las primeras luces del alba.



La Doncella: Brigantia 

La Diosa Celta Brigantia trae consigo las fuerzas de la Naturaleza Regenerativas. Esta diosa pancéltica es la Señora de las 3 llamas: Trae la Inspiración con su llama Blanca en Imbolc, su gran fiesta,  trae la Regeneración y la Sanación del Equilibrio con su llama Verde en el Equinoccio de Primavera y trae la Fertilidad,  el Amor y la Belleza con su llama Rosa en Beltane. La Doncella nos conecta con las fuerzas que surgen del Origen del Ser para regenerarse en nuevas experiencias. Es la joven que sale al mundo trayendo el conocimiento ancestral del Otro Mundo al Reino de la Forma para que vivamos en armonía con Él.  Es la Dama del Fuego Interno, y en su Forja Sagrada nos invita a darle forma a nuestros deseos más puros, a los que se alinean con la misión de nuestra alma en el mundo medio. 

Es una Antigua Diosa cuyo nombre significa la Iluminada y la Elevada, que fue venerada en la Península Ibérica por la tribu de los Brigantes y otras tribus célticas. Probablemente fueran los celtas ibéricos los que extendieron su culto a las Islas Británicas,  en especial en Irlanda,  donde se sabe que habia un templo en su honor en el que sus sacerdotisas custodiaban su llama sagrada que nunca se apagó, incluso hasta bien entrada la era cristiana y convertido el templo en convento. También parece que de su Nombre proceden las palabras Bruja y Meiga en la Península Ibérica,  para referirse a los sacerdotes y sacerdotisas paganos Iberoceltas, quienes eran "los Elevados".

Así su Elementos es el Fuego y su dirección  el Este. En nuestra tradición celebramos cada una de sus tres llamas en las festividades primaverales. La Inspiración en Imbolc, donde vestimos de blanco para conectar con la pureza de la infancia y la Inspiración del Alma para los nuevos proyectos. Aquí su animal sagrado es el cisne blanco. En el Equinoccio de Primavera celebramos su segunda llama regenertiva y sanadora, y vestimos de verde para sincronizar nuestro fuego interno con el de su forja sagrada que va reverdeciendo los campos, regenerando la vida en el mundo medio, y en equilibrio con el fuego externo del Dios Belenos.  Aquí su animal sagrado es la Liebre. En Beltane celebramos su tercera llama, la de la Fertilidad,  y vestimos de rojo para recibir su salida al mundo en forma de joven amante, que se une con el Dios en un amor infinito que llena de sexualidad y belleza el mundo medio para que la vida se perpetúe. Aquí su animal sagrado es la Vaca Rosada. Su fase de la Luna es la Creciente. Otro de sus símbolos es la cruz de Brigantia, que se teje con juncos para atraer su luz al mundo.



El Dios Creciente: Belenos 

Si Brigantia es las fuerzas regenerativas,  Belenos es el dios creciente, el Aprendiz que va recorriendo el mundo aprendiendo. 

Bel es un antiquísimo Dios, que no sólo es celta, sino que proviene de las civilizaciones de la Diosa del Neolítico, si no del Paleolítico y este prefijo está presente en la mayoría de culturas de la Antigua Europa.  En Iberia se lo conoce como Belenos por los celtas, pero también como Abelio en la zona pirenaica.  Belenos es el dios solar, el hijo aprendiz de la Diosa que aprende durante el invierno en el seno del hogar del Otro Mundo y que sale a experimentar con su fuerza joven en el Equinoccio de Primavera hasta convertirse en el gran Fecundador de la vida en Beltane,  que es su gran fiesta. Su nombre significa Fuego Brillante,  y por ello es el dios del Fuego Exterior y de la parte del año expansiva. Rige el aprendizaje,  el coraje y el valor, la fuerza, el ímpetu, la experimentación,  la creatividad y las fuerzas masculinas de la sexualidad. 

Son varios los animales sagrados de Bel, como los caballos.  Pero su mas ancestral tótem es el Toro. Este animal siempre ha representado en las culturas de la Diosa la fuerza masculina en simbiosis con la Diosa de la Luna Creciente que representan sus cuernos. Luego es un ser de la fertilidad que, al unirse con la Vaca Sagrada de Brigantia,  renuevan la vida y la subsistencia en la naturaleza.  Y sin duda su cultura taurina, aunque deformada, quedó bien arraigada en Iberia como uno de sus símbolos identitarios. 

Su color es el Rojo, su estación la Primavera,  su Elemento el Fuego, su dirección el Este y su fase solar del Amanecer al Mediodía. 




La Madre Manifestada: Ama Lur

Ella es la Madre, cuyo nombre significa en Euskera- Ibérico Madre Tierra.  Ella es Mari hecha forma física.  Es su contrapunto, manifestada en el mundo Medio en forma del Planeta y la interconexión de todos sus Seres.  La Madre Tierra nos ofrece el gozo de estar vivos, nos invita a tomar conciencia de que somos Uno desde la Diversidad interconectada. Amadrina la alegría,  la maternidad, nos regala la abundancia de las cosechas, nos enseña a vivir el aquí y ahora e invierte la polaridad del ciclo hacia el descenso y el reposo.

Así,  rige el Elemento Tierra,  el Verano, El Sur, la Conexión,  el Manifestar nuestra verdadera esencia en la Tierra, su animal de poder es la serpiente,  que es el totem de la energía telúrica y los lugares de poder que rige AmaLur.  Otros de sus animales Sagrados son los insectos como las arañas, que tejen su telaraña como la red interconectada de energía  en la que cualquier movimiento en una de sus fibras repercute en todo el entramado. Esa es la Ley del Eterno Devenir. También ayuda en los embarazos y en la maternidad,  en la madurez de la energía femenina y por lo tanto aporta Justicia Terrena, pues de su interconexión nos enseña la Ley del Retorno: Cosecharás aquello que sembraste de forma triple. Su fase lunar es la Llena, que propicia la manifestación de los proyectos. Su color es el Ocre y los marrones de la Tierra. La celebramos en el solsticio de verano y en la Gran Cosecha. 



El Maestro Interior y Padre de la Tierra: Akerbeltz

Akerbeltz significa en Euskera "macho cabrío negro, u oscuro". Es es el Dios Padre y Maestro, que baja la luz solar a partir del solsticio de verano al interior de la tierra, para darle fuerza a las cosechas e introducir su luz en el grano para ser el futuro hijo solar renacido en el solsticio de invierno,  y en la próxima siembra. Así también sacrifica generosamente su fuerza para que las cosechas no se quemen y la vida continúe.  Lo mismo realiza en el interior de nuestro ser. Él desciende para iluminar nuestro auténtico Ser y que manifestemos nuestra verdadera esencia en este mundo, para cumplir la misión de nuestra alma y hacer del mundo un lugar mejor en el que aportemos nuestro grano de arena.  

De su nombre procede el término Akelarre, pues el era el Dios Cornudo que invocaban las brujas Ibérica en sus reuniones, pues es el Gran Maestro Terrenal,  que en su madurez y sacrificio ritual,  ilumina nuestra esencia.  Por eso fue el dios más demonizado en la península ibérica y al que la Iglesia convirtió en el Diablo, como a casi todos los dioses luciferinos, es decir, que iluminan el poder que los humanos tenemos en el interior, pues no iban a permitir que los paganos sigueran teniendo mas poder que ellos. Aker transmite el conocimiento de su experiencia madura a las siguentes generaciones,  como es en el misterio wicca de que el padre es a la vez el hijo de la Diosa. 

Al dar su conocimiento a la Tierra se convierte en su sanador, y también gobierna sobre la medicina del cuerpo a través de patrocinar las hierbas sanadoras que se recogen en el solsticio veraniego. 

Así es un Dios del Elemento Tierra,  de la generosidad,  el sacrificio,  la salud física,  el conocimiento que transmite a la tribu humana, y por tanto su protector y maestro, también rige la paternidad, el trabajo, la Iluminación exterior y interior ( con cada uno de sus cuernos en espiral de carnero).  Su color es el Turquesa.  Lo veneramos en el Solsticio de verano y en la Gran Cosecha, es decir, en el verano. Su animal sagrado es el Macho Cabrío y su fase solar del mediodía al inicio del atardecer. 



El Dios Menguante: Endovélico

Son varias las traducciones que se han dado al Nombre de Endovélico.  Una de ellas es el de "el Buen Dios", lo que lo equipara al Dagda Irlandés,  y por tanto ya nos avanza que es un dios mago, chamán,  de la sabiduría profunda.  Su culto en el oeste peninsular lo vinculan con los pozos y las aguas curativas, y se lo devocionaba con exvotos para pedirle sanación profunda,  pues también se lo consideraba un dios del inframundo.  Y es que el agua era el Elemento de entrada al Otro Mundo. En algunas tribus se lo conocía como Vaélico, el dios Lobo, así que este era uno de sus tótem pues era considerado un animal capaz de ver el Otro Mundo a través de sus aullidos a la luna. Otra de las traducciones es la de Luz o Fuego Oscuro, así que en contraposición de Belenos,  que era el Fuego Brillante,  Endovélico es el señor de la mitad Decreciente del Año. 

Endovélico es el dios que muere en el Equinoccio de Otoño y embarca a través del Mar infinito hasta las Islas Sagradas del Otro Mundo. En su trayecto, como sucede con las hojas caducas de los árboles,  se va desprendiendo de lo que lastra su viaje y, como las lluvias otoñales, se nutre del agua vivificadora de lo que ha aprendido el dios en su caminar por el mundo medio para convertirlo en Conocimiento.  Así es el maestro de las emociones profundas,  el druida que conoce los misterios de la magia y el chamán que tiene ya más contacto con los reinos espirituales y que además lleva todo el conocimiento de la experiencia hasta el caldero de la Diosa Oscura,  donde se transforma en conocimiento y desde donde renace la nueva vida, el nuevo Dios Niño,  en el Solsticio de Invierno. Pero antes de renacer se convierte en el Señor de la Vida y de la Muerte liderando la Caza Salvaje que pone en contacto a los vivos y a sus ancestros.  El consigue de nuevo el Equilibrio entre lo masculino y femenino,  entre lo aprendido en el exterior para aplicarlo en el interior. 

Así es un dios de la Sanación Emocional y el Conocimiento de la Magia interna. Es el Chamán del Elemento Agua,  su dirección es el Oeste, su color el Azul, su tótem el lobo y otros animales acuáticos como el salmón del conocimiento,  su estación el Otoño,  sus festivales son el Equinoccio de Otoño y Samaín,  su fase solar del atardecer a la media noche. 



La Anciana Bruja Oscura: Ataecina 

Como su nombre en las lenguas antiguas indica, Ataecina, Antegina o Ategina es la Guardiana de las Puertas del Otro Mundo. Ella es la Anciana Sabia, la Giardiana del Caldero de la Transformación que depura nuestras experiencias y las renueva conviertiendolas en nueva vida. Ella nos enfrenta a nuestra sombra,  acuna nuestros duelos, pero sólo así podemos evolucionar espiritualmente.  La Dama Oscura es también la Barquera que nos guia al navegar por nuestro interior, y nos regala la empatía y la intuición para estar mas abiertos a nuestra alquimia interior.  Ataecina es sabia, despiadada, dura y a la vez es una Diosa Anciana que es amorosa cuando nos sostiene en los duelos personales. Históricamente es la Pareja del Dios Endovélico,  venerados ambos en el oeste peninsular aunque su culto se extendió por toda la península. 

Ella recoge las experiencias mundanas y, no solo revive las almas en su caldero- útero, sino que ella, la Diosa, con esa experiencia se regenera de nuevo en Madre Celeste y después en doncella para que las Almas de sus criatura puedan seguir experimentando eternamente en nuevas formas de vida que vayan aportando Conocimiento Universal A Todo lo que Es.

Así es una Diosa del Elemento Agua, de la Intuición, la Ematía, la Regeneración y la Evolución Espiritual,  pero también es la Dama de la Muerte, de los Duelos, de la Disolución.  Su dirección es el Oeste, su estación el Otoño, sus festividades el Equinoccio de Otoño y Samaín, sus animales sagrados los anfibios, como los sapos y ranas , y las aves oscuras como los cuervos, las grajas o las urracas.  También las cabras, el animal espiritual por excelencia de la Península ibérica. Su fase de la Luna es la Menguante y su color el Negro.